Rafael Moliner Álvarez

Freire e incluso Ignacio de Loyola (quien no fue educador formal, pero engendró un movimiento que hoy tiene obras educativas por todo el mundo) nos permite atisbar que la educación, antes que ser ciencia o técnica, es una pasión por ser humano que se comparte. Dicho de otra forma: un educador es una persona que a lo largo de su vida encuentra una forma de ser humano que le vale la pena, que lo apasiona a tal grado que se pone a compartirla con otras personas, acompañando los procesos que siguen para irse asumiendo como individuos en relación con los demás, el mundo y la trascendencia. El presente escrito presenta una antropología filosófica personalista que a consideración del autor puede dar suficiente cuenta de los fundamentos de una propuesta de educación integral pertinente para el siglo XXI y desarrolla las líneas fundamentales de una pedagogía que pueda ser llamada integral. Se divide en dos grandes apartados, ambos esbozos que pueden dar pie a múltiples diálogos con los lectores: el primero presenta las coordenadas esenciales de una antropología filosófica y el segundo de una filosofía educativa y una pedagogía que si recibieran algún nombre sería el de-humanistas‖.

2024

Comparto mi Tesis que lleva el nombre de Narrativas filosóficas El presente de la filosofía para que tengan a la mano un ejemplo de lo que se aprende en filosofía en la UACM (Universidad Autónoma de la Ciudad de México). La tesis consiste en tres ensayos que se interconectan con palabras clave como lo son la escritura, el quehacer filosófico, la plasticidad, la differ(a)nce y otras más. Concretamente, es una reflexión de lo que sucede en la filosofía en la actualidad tanto en la academia como en los acontecimientos del presente. Las ideas que desarrollo en los tres ensayos que componen esta tesis son una apuesta y la necedad o la necesidad de atreverse a filosofar con el afán de mostrar que hacer filosofía es de algún modo el desprendimiento o la donación de ideas escritas que se ofrecen a alguien, a otras personas que leerán el texto desde una perspectiva póstuma, es decir, desde un pasado que se recrea o se experimenta a través de un ejercicio del pensamiento para desplegar ideas filosóficas en figuras, figuraciones y paisajes diversos. He querido plasmar en las Narrativas filosóficas el esfuerzo y la dedicación que he puesto en el estudio de una disciplina con más de dos milenios de existencia. Es por eso que el género del ensayo me ha otorgado la libertad de escribir lo que considero que es filosofar, desbordando los parámetros académicos de las exégesis que se hacen de los clásicos, de los tratados y de las figuras de autoridad. La pequeña tesis que presento no tiene otro propósito que mostrar que hacer filosofía es una aventura interminable.